miércoles, 21 de abril de 2010

EVITA INTOXICACIONES DE TUS HIJOS CUANDO LIMPIES LA CASA

Cuando hagas limpieza en tu hogar, ten en cuenta que antes que otra cosa debes asegurarte de que tus hijos no corran peligro por un posible contacto con sustancias tóxicas. He aquí unos consejos para evitar accidentes, y algunos remedios inmediatos por si los pequeños se exponen a algún veneno.

Los venenos existen en forma sólida, líquida y en aerosol, y algunos de ellos son invisibles. Enseña a tus hijos que los venenos pueden existir en todos los tamaños y formas, e incluso en colores brillantes y atractivos, como en los productos de belleza con tintes frutales. Un veneno puede saber, oler o verse bien –por ejemplo, un enjuague bucal o un perfume. Los venenos invisibles pueden hallarse en algo que se esté quemando, como el humo del escape de tu auto.

Los venenos no necesitan ser ingeridos para ser peligrosos. Muchos limpiadores para el hogar son peligrosos si se ingieren, inhalan o salpican alguna parte del cuerpo. Si el veneno salpica, enjuaga el área con agua durante 15 minutos. No importa qué tipo de contacto haya tenido tu hijo con la sustancia tóxica, llama de inmediato al centro de envenenamientos.

Evita la inhalación de vapores. Nunca olfatees algún contenedor para determinar lo que hay adentro. Esto podría provocar un envenenamiento. Antes de comenzar a usar limpiadores para el hogar y productos químicos, enciende ventiladores y abre las ventanas para ventilar la habitación y evitar la inhalación de químicos peligrosos. Si tu hijo respira algún vapor venenoso, proporciónale aire fresco y llama al centro de envenenamientos.

Todos los contenedores deben permanecer en su contenedor original con la etiqueta intacta. En caso de envenenamiento, necesitarás proporcionar toda la información sobre la sustancia tóxica al centro de envenenamientos, misma que aparece listada en la etiqueta del producto. El almacenaje apropiado es crucial para evitar el envenenamiento. Almacena los productos de limpieza para el hogar y las medicinas en gabinetes cerrados con llave, lejos del alcance de tus hijos. No los guardes sobre la estufa o en el horno. Mantén los medicamentos en contenedores a prueba de niños. Si tu hijo ingiere una sustancia tóxica, no le administres nada para provocar el vómito. Llama al centro de envenenamientos primero. La sustancia que haya ingerido podría hacerle más daño al salir de su cuerpo que el que hizo al ser tragado.